El jefe de la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en Puerto Cabello, Miguel Camacho, y el médico forense de esa institución policial, Daniel Dao, inspeccionaron el Cementerio Municipal a objeto de constatar denuncias sobre cadáveres sin tumbas expuestos en el lugar.
Ambos funcionarios fueron recibidos por Francisco Monteverde, coordinador del Cementerio Municipal porteño, con quien recorrieron el camposanto a objeto de constatar si en ese momento, viernes 10 de enero, había algún cadáver a la intemperie, como ocurrió el pasado mes de diciembre y en otros meses del año pasado, según denunciaron vecinos y funcionarios municipales a través de El Pitazo.
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Luego del recorrido y reunión entre el jefe del Cicpc, el médico forense y el personal del Cementerio Municipal y después de constatar que en ese momento no había ningún cadáver expuesto, el comisario Miguel Camacho y el patólogo Daniel Dao anunciaron que emitirían declaraciones a la prensa sobre la denuncia publicada la semana pasada, pero después decidieron no ofrecer información al respecto.
El jueves 9 de enero, visitantes del Cementerio Municipal y funcionarios municipales que pidieron omitir sus nombres denunciaron, con respaldo fotográfico, que durante el año 2019 fue frecuente toparse con cadáveres en estado de descomposición, sin sepultura, en el lugar.
Los denunciantes indicaron que el problema es originado cuando fallecen personas que no son reclamadas por sus familiares, en cuyo caso el Cicpc traslada los cadáveres y debe hacerles la autopsia en el mismo cementerio y luego enterrarlos, pero tarda en hacerlo.
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No hay un lugar adecuado en el camposanto porteño para hacer las necropsias y lavar los cadáveres para eliminar los olores putrefactos. Ello, aunado a la lentitud en el protocolo legal forense, hace que los fallecidos bajo estas condiciones permanezcan en algún rincón del cementerio sin sepultura, situación que conlleva grave riesgo sanitario para quienes visitan el lugar.
Vecinos recordaron que en tiempos pasados, la Gobernación de Carabobo habilitaba un espacio para practicar las autopsias in situ, con suficiente agua a presión, necesaria para lavar los cuerpos sin vida, pero hace años eso dejó de hacerse.
